Breve ensueño.

Las hebras crecen silenciosas entre incendios.

Con otros y sin nadie,

éste muelle sigue uniendo las dos orillas del río.

El mundo no conoce fin.

El silencio no conoce el mundo.

Canto quedito hasta que duerma el fuego

y se vuelva humo y luego nube y luego agua.

En mis sueños llueve tibio.

Con mis plumas lleno almohadas

hemos hecho espacio para la luna.

Sra Xoc